1.9.10

Viernes noche agobiante.

Como todos los viernes por la noche la pandilla del pueblo quedaba
en el parque principal. Esa noche hacía calor, mucha calor.

Lor dió un largo trago a su cubata y sacó el cubito del interior con exuberante
cuidado. Lo chupó para quitarle los restos de la bebida y en un milésima de segundo
se lo estaba restregando por la cara, bajó por el cuello, claviculas, pecho...
hasta llegar a la punta de los dedos de su mano izquierda.

No se había dado cuenta de, que justo al lado, estaba Javier jadeando por la escena.
Se volteo y lo vio.

-¡Eh! ¿te pasa algo? tienes cara rara.
-Esto...¿qué?, ¿a mí? nada, nada, que creo que he visto una rata más allá, anda vamonos de aquí.

1 comentario: