Una mañana te despiertas y mientras te cambias piensas en todas esas cosas que te dicen tu amigos sobre la persona que tanto quieres, esas barbaridades que nunca te atreverías a pensar ni creer. Él constituye y rellena el hueco que te falta para tener una vida perfecta. jamás, y repito, jamás lo calificarías como tal. Tus amigos son unos exagerados, envidiosos. Les encantaría tener junto a ellos a ese alguien como Él, que te está esperando en estos momento abajo, en el patio.
Te acabas de arreglar, le das el último bocado a la tostada y bajas a toda prisa por las escaleras para no hacerle esperar demasiado. Y, es entonces (mientras le miras sonriente bajando los últimos escalones), cuando te das cuenta de que tus amigos tenian razón en todo lo que decian, que intentabas esconder e ignorar tal realidad como la de que tu novio, el que te está esperando con las piernas cruzadas, Él, es gay.
¡Encima no sabe combinar la colonia de Channel con los piratas caqui!
